Mientras el Efrén, el Chugui y el Luisma probaban las mieles de Xicali y Tijuas, respectivamente; aquí, La Obrera disputaba el partido que definía su suerte.
Obviamente no estaban completos. Como saben, el Adrián está en Chiapas y el Guille en Lleida; el Mario y sus amigos desertaron hace un mes; el Bobby va cuando puede; y el Freddy ha desaparecido.
El Julián se sacó de la manga dos refuerzos (a cinco minutos de empezar) que resultaron ser la cereza en el pastel. Este sí que fue otro cuadro.
El Sanabria de portero, el Julián y el Luis de carrileros, el Chelo de líbero, el Cruz y el Bele en la media, y el Ramsés en la delantera.
El Bele abrió el marcador para los de negro. Pasan cinco minutos, y para que al partido no le falte sal, penal. El Sanabria sale por un balón y el delantero rival se estrella con su codo. Tiro, la falla, y el colombiano revienta a tiro de esquina.
Salida de La Obrera: el Chelo para el Julián, el Julián equivoca, contragolpe del rival, 3 contra 2, mal parados, gol de los azules.
Dos horas antes, el Luis dijo que se la iba a rajar. Recibe del Chelo, retrasa, lo presionan, túnel de taconazo, se quita al segundo, combina con el Cruz, recibe la pared, se quita al tercero, línea de fondo, diagonal de la muerte, y no; tiro de esquina.
Portería contraria, tiro de esquina para los de negro. El Julián se va al ataque, el Bele no lo espera, cobra, el balón se va de largo; el colombiano hace un recorrido de un extremo al otro, recupera el esférico, lo marcan uno, dos, retiene la bola, suéltala, el Cruz le quita un marcador, el Julián se da la vuelta, toca para el 9, y éste ni siquiera recepciona; define de primera intención, a media altura, despacito, cruzado, al palo derecho del arquero. Qué bonito gol.
Segundo tiempo. No hay cambios. Quince días sin jugar, pero de pistear y fumar, hacen la diferencia.
El Luis, el Ramsés y el Julián, están fundidos. Puro contragolpe. A tocar.
El gordo recibe en media cancha, se quita al primero, avanza un poco, recibe la marca de dos adversarios, dámela, el bato se da el lujo de contestarle al Cruz: espérame; ve un hueco, trazo para el 9 que pasa entre las piernas de un defensa; el Cruz la recibe, amaga, se abre al costado derecho, y nuevamente cruza al portero hacia su palo contrario. 3 - 1 La Obrera.
El Luis recibe la bola, recorta por tercera ocasión al mismo bato al que le ha hecho dos túneles. El rival se arde, le mete los tachones en el tobillo izquierdo. Respuesta de Luis: el rival recibe un trazo largo al espacio, corre por el balón, recibe, el Luis lo sigue de cerca, lo alcanza; mete la misma pierna en la que recibió la patada, le saca el balón duramente, pero limpia, arranca con la bola, y clarifica la salida.
Silbatazo final. Se acabó el encuentro señoritas, La Obrera está en las finales. Después de un año de ausencia, los de negro verán Liguilla. Ni modo Caro, vas a tener que regresarte desde el jueves, digo, si quieres ver al Luisma gritar como todo un campeón.