26/8/13

Sentimientos encontrados

Los hechos simplemente confirman cuán acertado fue mi diagnóstico sobre la situación por la que atraviesa el equipo albiazul, La Raya, mis Rayados, etcétera.

En realidad no estaba tan preocupado por la racha de malos resultados, de alguna manera me mentalicé y entendí que todos los equipos pasan por ese bache después de tantas alegrías; es algo natural. Pero en mi cabeza la idea de que ciertos referentes del equipo dejaran la institución, no tenía cabida, ni sentido.

Primero lo de Lucho. Compre su jersey en enero del año pasado, y cinco meses después anunciaron la salida del último capitán mexicano. Por su edad, ya no volverá para retirarse con La Raya. Después anunciaron las salidas de Reyna y Carreño, una dupla que se entendía de maravilla dentro y fuera de la cancha, además de ser una especie de cambio en paquete, ingresando a la cancha los dos juntos para resolver partidos y conseguir triunfos. Como el de Querétaro en el Tec en septiembre del año pasado; qué voltereta.

El colmo llegó hace apenas dos meses. 'Miamor' se fue para siempre. Me deja tranquilo el hecho de saber que llegar a Chivas era algo que él buscaba desde antes de ser rayado. El problema es que llegó al Rebaño en un momento de crisis, una que difícilmente él podrá acabar.

Lo de hace dos sábados ya fue de risa. El supuesto fichaje más importante del Club Monterrey, Dorlan Pabón, deja el equipo para regresar a España —ahora con el Valencia—, habiendo jugado sólo seis fechas. Algo ridículo, sobre todo considerando el nivel de entendimiento alcanzado con Humberto Suazo.

Y ayer, sucedió lo que confirma mi teoría: el equipo rayado volverá a pasar por temporadas difíciles. Más derrotas, empates, falta de consistencia, desentendimiento entre afición y equipo, inasistencia a liguillas, etcétera.

La salida de Víctor Manuel Vucetich, 'El Vuce', ese señor que a base de resultados reiteró su talento en el banquillo, marca un parteaguas en la institución. Su partida es el 'reset' obligado en el transcurso del tiempo.

Sin embargo, quizá la salida más importante de todas, y que yo ignoré hasta el grado de desprestiagiarla, fue la de Jorge Urdiales. Tal parece que este hombre era mucho más inteligente de lo que pensé. A partir de que él dejó al Club Monterrey, sucedieron todas las cosas mencionadas anteriormente, que a su vez han significado entrar en este declive futbolístico.

Pero al mismo tiempo estoy un poco contento. A mí sí me agrada la llegada de José Guadalupe Cruz al banquillo albiazul. Estoy consciente de que hace mucho no logra consolidarse con ningún equipo, pero en una situación muy similar llegó el Vuce a La Raya. Además, es un tipo muy centrado y ecuánime. Me tocó escuchar sus declaraciones en la rueda de prensa tras la derrota de Jaguares ante Tijuana, en octubre de 2011, y me pareció bastante acertado en sus respuestas; no tiene conflictos en reconocer sus errores o ser cuestionado de manera incisiva.

El problema es que ya la cagué. En cuanto leí la noticia sobre su contratación como timonel rayado, imaginé a una Raya totalmente vertical, Lavolpista, pues. Una expectativa muy alta, completamente opuesta a lo expresé líneas atrás.

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