Pinche Sudáfrica opuesto. Alemania era uno de los únicos dos equipos que venían haciendo las cosas bien, verticales, con propuesta, ordenados, espectaculares.
España venía jugando al más puro estilo del Tuca, resultadista. Vamos, ganar 4 de 5 partidos por diferencia de un gol no habla de un equipo precisamente vistoso, a pesar de su potencial. ¿Y qué sucedió hoy? Por arte de magia, brujería, o qué sé yo, se invirtieron los papeles. Alemania salió sin ideas, sin orden, mientras que España dio un esbozo de lo que puede hacer si su DT pierde el miedo.
Pudimos ver lo que nunca, un equipo Teutón desesperado, sin temple.
Y no, el futbol no es de merecimientos. Si hablamos de quiénes merecían estar en la final (ojo, merecían, dejando de lado favoritismos), estaríamos de acuerdo en que las llaves están al revés, la final debió ser el partido por el tercer lugar, y viceversa.
- Alemania 0 - 1 España (España: Puyol.)
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